El
'apocalipsis' del Apocalipsis Maya
Otro estudioso más ha negado las afirmaciones
apocalípticas supuestamente indicadas en el Calendario Maya. Según él, los
mayas no predijeron el fin del mundo, sino que estaban convencidos de que
duraría miles de años más.
Ciudad de México ha
acogido esta semana un foro científico dedicado en particular al descubrimiento
en los años 70 de una inscripción jeroglífica en un muro, conocido como
el Monumento de Tortuguero,
en el estado de Tabasco, de la que se derivó la hipótesis de que el mundo llegaría a su fin el
21 ó 23 de diciembre de 2012.
El doctor Erik
Velásquez García, epigrafista e investigador mexicano, esgrime que los antiguos
mayas no vaticinaron el fin del mundo para este año, sino que
estaban convencidos de que duraría miles de años más. Según Velásquez hay
predicciones de los mayas para más allá del año 4.000 y lo que sugirieron fue
que el 23 de diciembre se inicia un "nuevo ciclo".
“Los antiguos mayas predijeron que el mundo
continuaría. No predecían el
fin del mundo", apuntó Velásquez este martes en su conferencia magistral
'La supuesta profecía maya para el año 2012'.
El doctor mexicano asegura que los antiguos mayas
no predijeron que el mundo llegaría a su fin en 2012, porque en su
'cosmovisión' no tenía cabida la visión lineal del tiempo que impera en
Occidente. "Nosotros tenemos una mentalidad apocalíptica heredada de la
tradición judaico-cristiana. Pero para los antiguos mayas habrá ciclos, nuevos
comienzos, pero nunca finales", dijo el estudioso.
Según la traducción de la escritura jeroglífica
presentada por Velásquez, en la famosa inscripción hallada en el Monumento de
Tortuguero puede leerse: "Trece b'aak'tuunes habrán acabado [en el] día 4
ajaw 3 k'ank'iin, ello habrá ocurrido"; en referencia a la finalización de
la antigua era que dio comienzo en el año 3114 a.C.
Precisamente, el último ordenamiento del mundo
contemplado por los mayas del que se tiene conocimiento tuvo lugar el 13 de
agosto de 3114 a.C., cuando se inició una nueva era de la llamada Cuenta Larga maya, que sería "un camino
hacia el infinito, que no tiene principio y que se prolonga por el pasado y el
futuro".
La prueba de que los mayas no vaticinaron el fin
del mundo en 2012, según el investigador mexicano, es que la referencia al mes
de diciembre del presente año aparece recogida en un solo jeroglífico de los
miles que han sido hallados en excavaciones arqueológicas.
El epigrafista explicó los orígenes de los mayas y
su gran diversidad de creencias religiosas, entre la que destaca la idea de que
el mundo se encontraba dividido en cuatro cuadrantes, en cuyo centro energía
había una gran ceiba, con un monstruo celeste en representación del cielo
nocturno y el inframundo representado por una serpiente descarnada.
Velásquez abordó aspectos básicos sobre el
calendario maya caracterizado por ciclos aspectuales y no temporales donde no
hay pasado, presente o futuro y sólo se marca si la acción está en curso, ya se
terminó o todavía no se completa. Por esa razón para ellos no eran importantes
los años, sino los días, además de que no conocían fracciones o números
decimales.
"En la cultura maya no existe la idea de una
creación absoluta, sino que los elementos que conforman la naturaleza siempre
han estado presentes y lo único que sucede es que cada ciertos periodos
envejecen y se desordenan, por lo que los dioses tienen que volver a
ordenarlos", indicó Velásquez. Para ExpressArte: Edgar Del Cid
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